Andalucía / efectos del «Decretazo»
Pequeños grandes recortes
Para los estudios, los alquileres, las gafas, la ortodoncia o el entierro; son algunas de las ayudas que los funcionarios de la Junta de Andalucía dejan de recibir por el plan de ajuste
M.BEnítez / SEVILLA
Día 11/09/2012 – 08.41h
Además de las reducciones salariales y eliminación de pagas extras, los funcionarios andaluces se han visto damnificados por otros pequeños recortes que si se suman constituyen una importante merma en sus economías. Y es que las ayudas de acción social, las de estudios o las de alquileres son algunas de las que más afectan al bolsillo de un colectivo en muchos casos mileurista. Son algunos de los pequeños recortes que la Junta de Andalucía ha suprimido tras el plan de ajuste del pasado mes de mayo y que, según la presidenta del sector de administración general de la Junta de Andalucía deCSIF, Alicia Martos, supone un recorte que se suma al «hachazo» que ya han sufrido los funcionarios en sus nóminas de julio y agosto con la bajada de la base de la cotización. «Vamos a tener un doble castigo».
Ayuda de estudios. Las había para Educación Infantil y Primaria, para la ESO, Bachillerato y Formación Profesional, para la Universidad o para idiomas y incluso para acceso a la Universidad para mayores de 25. La Junta de Andalucía otorgaba subvenciones. Daban desde 133 euros a los de Infantil y Primaria u otras ayudas al comedor o el transporte de 90 euros. U otras a los de ESO que podían llegar a los 343 de residencia para los de Bachillerato. Una amplia gama que ha desaparecido.
Ayudas para alquileres. Era un dinero destinado a sufragar los gastos para el alquiler de la vivienda habitual. Estas ayudas podían llegar hasta 90 euros al mes. Se han extinguido.
Para la adquisición de primera vivienda. También tenía la Junta una ayuda de préstamos sin intereses para la adquisición de la primera vivienda que consistía en un préstamo de hasta 6.000 euros que se percibía en una sola vez y se reintegraba en plazos mensuales.
Ayudas médicas, protésicas y odontológicas. Se trataba de subvenciones para la ortodoncia, las gafas o las lentillas o incluso cuando alguno necesitaba prótesis o plantillas. Aunque para la ortodoncia, por ejemplo, el límite estaba en 300 euros o no se concedían mas de 60 euros para unas gafas.
Anticipo reintegrable. Para hacer frente a un gasto inesperado que podía surgir al trabajador público. El préstamo iba hasta los 3.000 euros y había dos años para devolver el dinero.
Ayudas excepcionales. Para para temas extraordinarios como, por ejemplo, una adopción internacional que conlleva unos elevados gastos.
Premio de Jubilación. Existía un premio para los funcionarios que se jubilaban y que recibían hasta 150 euros por cada año trabajado en la Administración Pública. Algo que no les venía mal si se tiene en cuenta que no tenían plan de jubilación.
Ayuda para defunción o sepelio. Existía también la opción de beneficiarse de un dinero extra para pagar el sepelio en caso de defunción y cuando la muerte se producía fuera de la localidad, un caso en el que los gastos se multiplican para el traslado del cuerpo.
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