La necesidad del cambio andaluz
29 ENE 2012 | Javier Arenas | Sala Vip
El dato más dramático de esta tierra: 400.000 familias viven hoy sin ningún tipo de ingreso
Tras 30 años de Gobiernos socialistas, la tasa de paro en Andalucía se ha situado en el 31,23%; más del 50% de los jóvenes no pueden encontrar empleo, los más preparados tienen que emigrar a otros países y en los últimos cuatro años se han perdido 30.000 empresas. Pero el dato más dramático para nuestra tierra es la existencia de 400.000 familias que viven hoy sin ningún tipo de ingreso.
Los andaluces, más que nunca, tenemos que creer en nosotros mismos, reforzar nuestra autoestima y nuestra autoexigencia. Tenemos que acometer las reformas que nos saquen de esta situación de paro y desesperación. La nueva etapa que viene desterrará esa actitud que ha convertido estos años atrás al Gobierno andaluz en el Gran Hermano que todo lo controla, que todo lo decide y que todo lo dicta.
La sociedad va a recuperar protagonismo. La salida de la crisis requiere del apoyo y el esfuerzo de todos. El Gobierno de la Junta de Andalucía es muy importante, pero el Gobierno de la Junta de Andalucía no es el dueño de Andalucía. Los andaluces somos los únicos dueños de Andalucía.
Andalucía no tiene miedo al futuro, el único miedo que tienen los andaluces es a que todo siga igual, a que continúen los mismos abusos y a que sigamos siendo récord de paro en España y en Europa.
¡Qué daño se ha hecho a Andalucía con el discurso de la autocomplacencia, de la Andalucía imparable, de la segunda modernización, de la economía sostenible! ¡Qué daño se ha hecho a Andalucía despilfarrando casi mil millones de euros en ayudas fraudulentas a empresas ficticias o a intrusos en ERE irregulares!
Nuestra tierra, Andalucía, necesita un cambio. Hace falta el cambio que nos lleve hacia una sociedad más justa, que acabe con la terrible desigualdad de oportunidades en la que vivimos y que haga desaparecer de la gestión pública andaluza a aquellos que han repartido ayudas públicas con absoluto desprecio al ordenamiento jurídico.
Con el cambio, con el Partido Popular en el Ejecutivo, la regeneración institucional y la lucha contra la crisis serán las que vayan de la mano. Hasta ahora, en Andalucía con el PSOE han sido el paro y los abusos.
La prioridad del Gobierno del cambio será la lucha contra el paro y la salida de la crisis. Las decisiones del Partido Popular se adoptarán o rechazarán en función de que sean perjudiciales o beneficiosas para el empleo. El objetivo es generar confianza para mejorar las expectativas, para realizar inversiones, para recuperar el crecimiento económico, para crear empleo.
Estas decisiones se traducirán en reformas que aborden los problemas y favorezcan la generación de empleo y la recuperación de la actividad económica. El fin es hacer a Andalucía más competitiva. Esta comunidad tiene que ser además de un destino turístico un lugar atractivo para emprender, para la inversión productiva, para el intercambio de productos, para innovar, en definitiva, una tierra para vivir y trabajar.
El espíritu del cambio, el camino del cambio, es la travesía hacia el ánimo emprendedor y en la nueva Andalucía tenemos que llegar a un punto en que la iniciativa personal se considere un bien social a proteger, y ese es un cambio de mentalidad que se demanda a todos los poderes públicos. Y es necesario también disponer de una Administración más eficiente y menos costosa y la vía para conseguirlo es que el funcionario sea la piedra angular de la misma.
En pleno siglo XXI carece completamente de sentido el mantenimiento de cierto sector público que sólo se ha creado para competir con los funcionarios y con la iniciativa privada. Racionalizaremos el sector público empresarial, las fundaciones públicas y los consorcios, es decir, todo eso que se ha denominado como el otro sector público.
Tenemos que eliminar burocracia. El prestigio, la valía de una Administración, no se mide por su volumen. Se mide exactamente por la calidad y la efectividad en la prestación de los servicios a los ciudadanos. Sobran duplicidades. Hay que reformar todas las Administraciones con un objetivo: una competencia, una sola Administración.
La esperanza en el futuro nos exige reformar la educación, para que los profesores tengan más consideración social, para que tengan autoridad pública reconocida y, sobre todo, para generar oportunidades para los jóvenes andaluces, que son el motor de una Andalucía abierta e innovadora.
El cambio por el que pueden optar los andaluces implica también otra forma de gobernar. Me gustaría que en Andalucía recuperemos el añorado espíritu de la transición, ese que nos permitió en su día grandes acuerdos por encima de afanes partidistas.
El cambio que propone el Partido Popular no aspira a ocupar la sociedad, ni aspira tampoco a poner patas arriba todo lo que se ha hecho en 30 años. En este proyecto de cambio no hay ni resentimiento, ni rencor, ni revancha. Hay que reformar lo que no ha funcionado, mantener lo bien hecho y reformar lo que ha frenado la creatividad andaluza.
El cambio que propone el Partido Popular no aspira a ocupar la sociedad, ni aspira tampoco a poner patas arriba todo lo que se ha hecho en 30 años. En este proyecto de cambio no hay ni resentimiento, ni rencor, ni revancha. Hay que reformar lo que no ha funcionado, mantener lo bien hecho y reformar lo que ha frenado la creatividad andaluza.
Gobernaremos reconociendo la verdad, vienen tiempos difíciles, vienen tiempos de sacrificio, pero con la ayuda y la colaboración de todos se puede ganar el futuro. El diálogo, el reformismo y la austeridad serán nuestras señas de identidad. Andalucía tiene solución y la solución pasa por el cambio.
*Javier Arenas es presidente del Partido Popular Andaluz y candidato en las elecciones de la Junta.
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